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domingo, 28 de julio de 2013

Cuando empezas una relación y queres perdidamente a esa persona pones toda tu ilusión y tenes una expectativa tremenda, idealizas la relación, esperas cosas del otro que nunca se cumplen porque imaginamos como va a ser el otro antes de conocerle realmente. Vas viendo su verdadera forma de ser, cosas que no te gustan, cosas que te hacen sentir mal porque no contabas con que existieran. Creo que las mujeres pensamos que existe ese hombre que está por llegar que será maravilloso. Y la verdad esos no existen, como tampoco existe en nosotras la mujer perfecta, pero los hombres son más realistas. No hay que "esperar tanto", sino observar, conocer, abrirse pero siendo cauteloso. No porque el otro sea malo, sino porque en ese proceso de conocerse, puede uno de los dos decir: hasta aquí llegamos.  El amor es sublime, el tema somos nosotros, nuestras limitaciones, nuestros miedos, las experiencias, nuestras estructuras, las ideas poco claras, y las que tenemos claras pero que no son así...o que no coinciden con el otro. El error está en aquellos que creen amar sin conocer al otro. Es al revés, primero se conoce, luego se ama...Pero ojo amar no es enamorarse. El amor del bueno jamás decepciona. Si uno se sienta a esperar perfección, no solo se decepcionará, sino que sufrirá. Lo mismo que si uno espera del otro lo que uno mismo dejaría por esa persona.
Esta bien, yo sufro como una boluda, pero vos me estas perdiendo cada vez más y más, estas perdiendo a alguien que te quiere de verdad.


Cuando lo intentas todo pero no tienes éxito. 
Cuando obtienes lo que quieres pero no lo que necesitas. 
Cuando te sientes tan cansado pero no puedes dormir. 
Atascado en marcha atrás. 


Cuando las lágrimas caen por tu rostro.
Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar. 
Cuando amas a alguien pero se desperdicia. 
¿Podría ser peor?