Cuando empezas una
relación y queres perdidamente a esa persona pones toda tu ilusión y tenes una expectativa tremenda, idealizas la relación, esperas cosas del otro que
nunca se cumplen porque imaginamos como va a ser el otro antes de conocerle
realmente. Vas viendo su
verdadera forma de ser, cosas que no te gustan, cosas que te hacen sentir mal
porque no contabas con que existieran. Creo que las mujeres pensamos que existe
ese hombre que está por llegar que será maravilloso. Y la verdad esos no
existen, como tampoco existe en nosotras la mujer perfecta, pero los hombres
son más realistas. No hay
que "esperar tanto", sino
observar, conocer, abrirse pero siendo cauteloso. No porque el otro sea malo,
sino porque en ese proceso de conocerse, puede uno de los dos decir: hasta
aquí llegamos. El
amor es sublime, el tema somos nosotros, nuestras
limitaciones, nuestros miedos, las experiencias, nuestras estructuras, las
ideas poco claras, y las que tenemos claras pero que no son así...o que no
coinciden con el otro. El
error está en aquellos que creen amar sin conocer al otro. Es al revés, primero
se conoce, luego se ama...Pero ojo amar no es enamorarse. El amor del bueno jamás decepciona. Si
uno se sienta a esperar perfección, no solo se decepcionará, sino que sufrirá. Lo
mismo que si uno espera del otro lo que uno mismo dejaría por esa
persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario